Las mantas son organismos altamente móviles y por lo tanto pueden ser muy difícil de encontrar y estudiar. Sin embargo, en México frecuentan la costa del Pacífico, sobre todo Bahía de Banderas. Como se ha indicado por Stewart et al. (2014) [1], el Proyecto Manta ha estado monitoreando las mantas en la zona desde agosto de 2013. En esta zona hemos observado densidades de hasta 20 mantas por hora en un tramo de 500 metros de litoral, lo cual es una frecuencia muy alta en comparación con otros puntos en el mundo donde puede pasar un día entero sin observarse el mismo número de mantas. Esto plantea la pregunta: ¿Por qué este lugar es tan especial para las mantas?

Puede haber diferentes explicaciones, entre las cuales están: las mantas utilizan Bahía de Banderas como sitio de reproducción; es un centro de alimentación importante; y, es solo un punto sobre una ruta migratoria. Stewart y Aburto (2014) [2] observaron que una manta etiquetada en Bahía de Banderas viajó a lo largo de la costa del Pacífico mexicano por más de seis meses, llegando a Bahía de Banderas en agosto y una vez más desde diciembre hasta febrero. Esto sugiere que Bahía de Banderas no es simplemente una parada a lo largo de una ruta migratoria y puede haber otros factores, como la disponibilidad de alimento, que las atrae a la zona.

Bahía de Banderas representa un ecosistema muy importante en el Pacífico mexicano. Un conjunto diverso de grandes vertebrados marinos hace uso de la alta disponibilidad de alimento, además otros factores oceanográficos proporcionan un hábitat ideal dentro de la bahía [3]. Hemos observado la alimentación de mantas durante varias de nuestras visitas de monitoreo. Por lo tanto, la hipótesis es que las mantas se reúnen en gran número en esta área relativamente pequeña porque se trata de una zona de alimentación. Nuestro objetivo es determinar si existe una relación entre la disponibilidad de alimentos y la presencia y abundancia de mantas.

La disponibilidad de alimentos en el océano está regulada por la entrada de nutrientes que apoyan a las comunidades de fitoplancton y a su vez conducen a un aumento de la abundancia de zooplancton, la fuente primaria de alimento para mantas. En Bahía de Banderas estos aportes de nutrientes están asociados con un proceso llamado “surgencia”, que trae a la superficie aguas profundas, ricas en nutrientes. Las variables ambientales como la temperatura y la salinidad son buenos indicadores de las entradas de esta agua rica en nutrientes. Estas variables se miden fácilmente con un CTD (por sus siglas en inglés, que significan conductividad-salinidad, temperatura y profundidad). Las aguas profundas en Bahía de Banderas son frías (<28 ° C) y saladas (> 34.2) [4], por lo tanto las aguas altas en nutrientes pueden ser identificadas por la combinación de estas propiedades en los datos de CTD. Por otro lado, el agua fría y fresca, asociada con descargas de los ríos, no necesariamente indican una alta disponibilidad de nutrientes.

Principales hallazgos

La presencia de mantas está probablemente relacionada a eventos de surgencia y por lo tanto con la disponibilidad de alimentos. Esto sugiere que Bahía de Banderas es un lugar importante para las mantas por sus características como una zona de alimentación, lo cual puede explicar la alta abundancia que hemos observado. Requerimos más información para poner a prueba esta hipótesis con datos más sólidos, y el Proyecto Manta mantendrá la vigilancia de la zona con el fin de reunir datos suficientes para establecer conclusiones sólidas sobre los patrones asociados con la presencia de las mantas y su abundancia.